“No soy un animal en el ring, soy un luchador. Pero lucho con todo mi corazón, con toda mi alma. Yo era ‘Manos de Piedra’, pero mi corazón era más grande que mis puños”, declaró en una ocasión. En otra oportunidad, el 14 de octubre de 2006, cuando fue exaltado al Salón de la Fama del Boxeo en Riverside, California (en junio de 2007 ingresó al Internacional de Canastota, New York), escribió: “Soy la única leyenda viviente del boxeo. Lo dicen los cristianos y los judíos, lo dicen todos.”
Tales palabras, escritas por él coloquialmente —con excusables errores ortográficos en “judíos” y “todos”— describen mejor que ningunas otras a su autor: Roberto Durán. Un nombre común si se dice a secas, pero que cobra sonoridad y resuena cuando se le agrega “Manos de Piedra” o “Mano de Piedra”, o también “El Cholo”, nativo del popular barrio panameño El Chorrillo, fundado en 1915 por inmigrantes que trabajaban en la construcción del canal, en la capital panameña.
Él es considerado, sin polémicas de por medio, el más grande boxeador latinoamericano de todos los tiempos. Cinco veces campeón del planeta: en el peso ligero (calificado como el mejor de la historia en esta categoría), y también en wélter, superwélter y mediano. Primer hispanoparlante en lograr tal proeza.
Su calificación de mejor ligero de cualquier era deja en lugares secundarios a figuras como Benny Leonard, Joe Gans, Carlos Ortiz, Tony Canzoneri y Alexis Argüello, entre otros. El prestigioso historiador del boxeo Rich O’Brien lo consideró el tercer mejor peleador de la historia, incluidas todas las divisiones. El analista argentino-mexicano Eduardo Lamazón dijo de él que es el mejor libra por libra que ha existido, y The Ring lo ubicó en la cuarta casilla de todos los tiempos, después de “Sugar” Ray Robinson, Muhammad Ali y Joe Louis. El también historiador Bert Sugar lo ubica 5.º entre los mejores de todos los pesos.
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UN PELEADOR DE OTRA GALAXIA
Esta crónica se justifica ahora tan solo por una razón, para quienes estarán preguntándoselo mientras leen. Se nos ocurrió al recordar que el pasado 16 de este mes, Roberto “Manos de Piedra” Durán cumplió 74 años. Nació en 1951 en el barrio bravo de El Chorrillo, hijo de Clara Samaniego, de Guararé (sin confirmación, se ha dicho que en realidad Roberto nació en ese pueblito del interior de Panamá), y de Margarito Durán Sánchez, un chicano de Arizona, soldado del ejército de EE. UU., que dejó la casa cuando Roberto tenía unos pocos años y a quien no volvió a ver hasta 20 años más tarde.
Roberto se aficionó al boxeo desde los 8 años, cuando empezó a entrenar en el viejo gimnasio Neco de la Guardia. Ya adolescente, hizo solo dos peleas como amateur, ambas contra un cierto Jorge Maynard. El 23 de febrero de 1968 enfrentó en su debut profesional, en la Arena Colón, a su paisano Carlos Mendoza, al que batió en cuatro tramos, en una pelea en la que ganó $25, su primera bolsa en el rentado.
Desde aquel primer día mostró su estilo agresivo: lanzar golpes sin parar, guardia frontal, ataques a los costados del adversario y total dominio de las tres distancias —sobre todo en la corta— con una demoledora derecha lanzada en recto sobre el hombro izquierdo del rival y una constante presión. Esa manera de pelear lo caracterizó durante toda su extensa carrera de cinco décadas (1968–2001), iniciada en el peso gallo. Solo tres boxeadores han tenido trayectorias tan dilatadas: Durán, el wélter mexicano Kid Azteca (1929–1961) y el superligero neoyorquino Saoul Mamby (1969–2008).
A Mendoza le seguirían otros 27 enemigos, de los que noqueó a 24, en gallo, pluma y ligero, victorias que lo llevaron hasta el primer lugar del ranking en las 135 libras (61 kilos y unos pocos gramos). A los 21 años acudió a su primera pelea de campeonato mundial contra el escocés Ken Buchanan (26 años y 11 meses), por la corona de la Asociación Mundial de Boxeo y de The Ring, en el Madison Square Garden de Nueva York.
El campeón tenía marca de 43‑1, con 16 nocauts. Su única derrota fue ante el español Miguel Velásquez, quien le quitó la faja el 21‑1‑70 y que había recuperado luego frente al inglés Brian Hudson en mayo del mismo año. Contaba con una defensa exitosa ante Ismael Laguna, paisano de Durán, y subió contra este como favorito 2‑1, ante más de 18 mil espectadores, con una bolsa de $125 mil, récord entonces para la categoría.
La pelea fue un duro batallar, con el retador en ligera ventaja. En el round 12, sobre el filo de la campana, continuaron lanzando golpes. Durán pegó una derecha a los planos bajos y el campeón cayó. Se levantó aturdido y cuando sonó la campana para el 13, no salió. En su defensa argumentó que había recibido un foul. No obstante, el árbitro Johnny LoBianco desestimó el reclamo y otorgó el triunfo al aspirante y nuevo campeón del mundo.
Fue ese el comienzo de un largo reinado. Durán expuso luego el cetro 12 veces, entre 1972 y 1978, ante: Jimmy Robertson (GKO5), Héctor Thompson (GKO8), Guts Ishimatsu (GKO10), Esteban De Jesús (GKO11), Masataka Takayama (GKO1), Ray Lampkin (GKO14), Leoncio Ortiz (GD15), Lou Bizzarro (GKO14), Álvaro Rojas (GK1), Vilomar Fernández (GKO13), Edwin Viruet (GD15) y otra vez De Jesús (GKO12). Este había sido, hasta entonces, el único vencedor de Manos de Piedra, en una guerra sin cuartel en la que Durán fue a la lona en el primer asalto. En la revancha, en un repleto Gimnasio Nuevo Panamá, pasó igual, pero Durán se levantó y noqueó en el undécimo, alentado y aplaudido por sus coterráneos. Se midieron tres veces: el 17‑11‑72, el 16‑3‑74 y el 21‑1‑78, la última resuelta por “Manos de Piedra” por nocaut en el 12.º round.
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SUS OTRAS GRANDES GUERRAS
Aun cuando Durán de verdad merece más, nos vemos forzados a abreviar, por el riesgo de no terminar. Por ello, a partir de aquí, haremos solo ligeras menciones a las otras grandes guerras libradas por El Cholo frente a renombrados contrincantes, astros de brillo singular como él, que le otorgaron un especial lugar en el duro deporte de los guantes.
En su carrera luchó 22 veces con un título mundial en juego, de las que ganó 14, en un largo camino de 33 años, desde los 16 hasta los 50 de edad. La última de sus peleas fue el 14 de julio de 2001, en busca de un fallido desquite frente al boricua Héctor “Macho” Camacho, quien lo doblegó dos veces a los puntos.
Un nombre particularmente especial resalta en el resumen: el de “Sugar” Ray Leonard, contra quien intercambió golpes en dos ocasiones. La primera tuvo lugar el 20 de junio de 1980 en el Olympic Auditorium de Montreal, Canadá. En aquel combate, Durán apabulló psicológicamente al “Sugar” durante varios días previos al pleito, que concluyó con el triunfo del canalero por 146‑144, 145‑144 y 148‑147 en las tarjetas de los jueces Raymond Baldeyron, Harry Gibbs y del árbitro Angelo Poletti, respectivamente. La revancha fue cinco meses después en el Superdome de New Orleans, un combate que pasó a la historia como La Pelea del No Más, por las palabras de Durán cuando bajó la guardia y las dijo al tercer hombre, Mike Jacobs, a los 2:11 del octavo round, frustrado al no poder controlar el vertiginoso ritmo de pelea desplegado por Leonard.
En este recuento vale añadir las peleas contra otros cuatro colosos del ring: el mexicano José “Pipino” Cuevas, Marvin “Maravilloso” Hagler, el boricua Wilfred Benítez y Thomas “Hitman” Hearns. Noqueó técnicamente a Cuevas el 29‑1‑83 en cuatro asaltos; perdió por decisión en 15 con Hagler en la disputa de las fajas medianas FIB-CMB, el 10 de noviembre de 1983; fracasó a los puntos en 15 rounds el 30 de enero del 82 contra el “Radar” Benítez en el Caesars Palace de Las Vegas por la faja CMB superwélter, y Hearns lo masacró al 1:07 del segundo asalto el 15‑1‑84. Un Durán que ya era solo su sombra.
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SU LEGADO UNIVERSAL
Agreguemos de seguidas la cronología de los cuatro cinturones universales conquistados por quien es miembro del Salón de la Fama de Riverside, California, y del Salón Internacional de la Fama del Boxeo de Canastota, Nueva York, desde 2006 y 2007:
• 26 de junio de 1972: se coronó en el ligero frente a Ken Buchanan.
• 21‑11‑78: ciñó las coronas AMB-CMB en el superligero al vencer por tarjetas a De Jesús.
• 16‑6‑83: se coronó rey superwélter AMB ante Davey Moore.
• 22 de febrero de 1989: conquistó el trono mediano al batir a Iran Barkley por puntos, con 37 años a cuestas.
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EPÍLOGO
Concluyamos con unas líneas más, sin relación con el boxeo. El 9 de octubre de 2001, tres meses después del retiro, Durán sufrió un accidente de tránsito en Buenos Aires, del que salió con ocho costillas fracturadas y politraumatismos. En junio de 2020 se vio en apuros a causa del Covid‑19, del que se recuperó totalmente. En marzo del año pasado fue hospitalizado por un problema cardíaco, diagnosticado como bloqueo auriculoventricular, que precisó la colocación de un marcapasos.
En los tres casos, su vitalidad lo sacó de apremios, para dicha propia y de sus miles de admiradores en Panamá y el mundo.
Ahora sí: C’FINI (SE ACABÓ).









