La ciudad de Lahore, Pakistán, fue escenario de una velada con dos cinturones WBA Gold en disputa que dejaron emociones intensas y resultados de gran trascendencia para los protagonistas.
En la división gallo (118 lbs), el ídolo local Muhammad Waseem (15-2, 10 KO) se impuso por decisión unánime al experimentado tailandés Jakrawut Majungoen (50-8-2, 29 KO), con tarjetas de 115-110, 114-111 y 114-111. El combate fue dramático desde el inicio: Waseem cayó dos veces en el primer asalto y nuevamente en el quinto, lo que parecía complicar sus aspiraciones. Sin embargo, el pakistaní mostró temple y capacidad de recuperación, imponiendo su técnica y velocidad en los asaltos intermedios y finales.
Su dominio en el ritmo y precisión de golpes le permitió remontar y convencer a los jueces, que lo declararon vencedor en una de las peleas más exigentes de su carrera. Con este triunfo, Waseem retuvo el cinturón WBA Gold gallo y reafirmó su condición de referente del boxeo asiático.
En el combate coestelar, por el título WBA Gold superligero (140 lbs), el francés Mohamed Mimoune (25-5, 4 KO) derrotó por decisión unánime al invicto marroquí Tarik Zaina (12-1, 7 KO), con puntuaciones de 115-113, 116-112 y 115-113. La pelea fue cerrada y táctica, con Zaina intentando imponer su agresividad y juventud, mientras Mimoune apeló a su experiencia y manejo de la distancia. El francés supo controlar los momentos clave, neutralizar la ofensiva del marroquí y cerrar los asaltos con eficacia, lo que le permitió llevarse una victoria valiosa en territorio neutral.
La velada en Pakistán no solo consolidó a Waseem como figura nacional e internacional, sino que también devolvió protagonismo a Mimoune, quien se mantiene vigente en la órbita de los títulos mayores. Ambos resultados reflejan la importancia de los cinturones WBA Gold como plataforma hacia oportunidades mundiales y confirman el crecimiento del boxeo en Asia como escenario de grandes carteleras.








