En esta oportunidad nuestra habitual crónica tiene como protagonista a quien está considerado uno de los más espectaculares peleadores de la historia y, para cientos de cronistas de la especialidad, solo parangonable con Marvin “Maravilloso” Hagler en los pesos medianos, división que agrupa a los peleadores que se sitúan entre las 160 y las 168 libras, esto es de 72,575 a 76,204 kilogramos, y que cuenta con prestigiosos nombres tales los de Stanley Ketchel, Carlos Monzón, Nino Benvenuti, Gennady Golovkin y Thomas Hearns, entre otros pocos.

Se llama Bernard Hopkins, nacido en una humilde barriada al norte de Filadelfia el 15 de enero de 1965, registrado civilmente comoBernard Humprey Hopkins Jr. y uno de 8 hermanos. Boxísticamente los aficionados también conocieron a esta moderna leyenda del ring como “El Ejecutor”, “Ejecutante”, “Ejecutador” (“The Executioner”) y “El Extraterrestre” (“The Alien”). El 16 de diciembre de 2016 resolvió desatarse para siempre los guantes luego de 28 años y 2 meses de actividad en la que dejó un deslumbrante récord de 55 victorias, 32 por K0, 8 derrotas, 1 antes del límite y un par de empates,

Sus 28 almanaques de transitar en el ring solo están por debajo en la historia, precisan los libros, de los 34 años de batallar del mítico Jack Johnson, primer negro campeón mundial pesado, entre 1897-1931; del “cholo” Roberto Durán, Mano ‘e Piedra, el legendario púgil panameño que peleó desde 1968 hasta 2001 (33 años); de Archie Moore (28 años, del ’35 al ’63) y de Evander Holyfield, con 27 de 1984-2011, en el reducido grupo de los matusalenes del ring.

En él confluyeron un par de etapas diametralmente opuestas como peleador: en los primeros años fue una despiadada máquina aplanadora que hacía añicos a los contrincantes, sin misericordia, brutalmente, de una manera pertinaz hasta ver al enemigo desplomarse a sus pies, sin remedio. 

En los años finales trocó en el peleador sabio, paciente, habilidoso hasta el aburrimiento y el bostezo, con amarres, trenzas de los guantes sobre un hombro, un ojo o un brazo del rival y un “pasear” de un lado a otro, satisfecho con la cerebral acumulación de puntos, el empleo de las artimañas del viejo zorro para equilibrar las ventajas (o desventajas, según se vea) que ofrecía en edad. Un científico del ring, para decirlo pronto y sin más vueltas.

De malos pasos a la gloria

La suya fue una vida torcida en los inicios y después ejemplar, infrecuente no solo para el boxeo sino para cualquier otra actividad humana. El hecho de haber ido de adolescente turbulento, violento y rebelde, reo constante, a trocar en adulto de conducta irreprochable, le hacen una rara avis, un modelo digno de ser imitado por la juventud del mundo. Delincuente a los 13 años, con numerosos atracos, fue sentenciado de 17 a 18 temporadas en el presidio de Gaterford, Filadelfia, por intento de asesinato y lesiones graves, y después de penar un lustro entre rejas como el recluso Y4145, salió de la cárcel con la determinación de enderezar sus inciertos pasos, lejos de lalcohol y de las drogas, convertido al islamismo y en un hombre que buscó en el boxeo la ruta del bien y de la paz. 

Ambas cosas las logró plenamente, pues con el pasar del tiempo se aseguró un lugar junto a otros inmortales, por lo que la historia lo recordará como uno de los más grandes peleadores que haya existido y por ser el monarca mediano de más prolongada hegemonía con 10 años en el trono y el más longevo, a los 49 años, de todos sus colegas -por encima del excampeón pesado George Foreman, que lo hizo a los 45- en conquistar una faja mundial.

Su paso por los cuadriláteros lo emprendió de igual manera a como la terminaría casi 30 años más tarde: con una derrota a los puntos frente a Clinton Mitchell, el 11 de octubre de 1988 en Atlantic City, New Jersey. Pero nadie más pudo detenerlo en sus siguientes batallas entre febrero de 1990 a mayo del 93, hasta cuando Roy Jones Jr. lo batió a los puntos por la faja FIB de los medios, el 22 de mayo del ´93.

Logró la corona de la división el 29 de abril de 1994 en la versión reconocida por la Federación Internacional de Boxeo (IBF, por sus siglas en inglés) contra el ecuatoriano Segundo Mercado, con quien había entablado en Quito, Ecuador, el año anterior. 

Luego de 11 defensas exitosas del trono FIB el 14 de abril de 2001 se midió a Keith Holmes por el fajín del Consejo Mundial, corona que conquistó por DU y de seguidas fue contra el boricua Félix Trinidad, monarca AMB con su triunfo ante William Joppy, en una pelea esperada por la afición, que ungió favorito al latinoamericano. BH derrumbó los pronósticos en un combate candente que terminó en el round 12 con el triunfo del de Filadelfia en el minuto y 38 segundos en el 12° y último tramo. 

Más tarde, el 18-9-2004, enfrentó en Las Vegas a Oscar de la Hoya, campeón OMB, al que dejó en la lona en el 7° para fijar un hito histórico; primer boxeador en la historia campeón simultáneo de los 4 títulos más importantes (AMB, CMB,FIB, OMB), los que perdería ante Jermain Taylor en la que fue su defensa 20ª, algo sin parangón, hasta que el kazajo Gennady Golovkin le desplazó en el récord. Taylor repitió su victoria en la revancha y es el único que pudo vencerlo dos veces seguidas 

Sin embargo, después de eso Hopkins volvió por sus fueros y, cual ave fénix, el 18/02/10, con 45 años y un mes de edad, dispuso del haitiano Jean Pascal en Québec, Canadá, para adueñarse de las fajas ligero pesada del CMB, la Diamante del mismo organismo y la de la FIB, luego de una pelea nula con el propio Pascal. Meses antes se había vengado de Jones, con una decisión en 10 rounds. 

Sin dejar de insistir, a pesar de la derrota sufrida ante Chad Dawson (previa decisión nula con este) y con el revés también la pérdida del fajín ligero completo, el 15 de octubre del 2011, marcaría un hito histórico: el 9 de marzo de 2013 se adueñó, a los 49 años, del cetro semipesado FIB con una abierta decisión sobre el hasta entonces invicto floridano Tavoris Cloud, quien sumaba 19 nocauts en 22 salidas y era 18 años más joven.

Un verdadero portento físico de 1,85 ms, con un alcance de casi 2 metros, Hopkins es, junto con Jermain Taylor, los únicos que han ostentado simultáneamente 4 títulos reconocidos por otras tantas entidades rectoras y como se anotó, fue el primero en lograrlo.

Una triste despedida  

Con casi 52 primaveras sobre los hombros “The Alien”, una moderna leyenda del ring, subió el 16 de diciembre de 2016 la corta escalerilla hacia su esquina, en el Fórum de Inglewood, California, para intercambiar golpes con un rival 24 años más joven, Joe Smith Jr, por el galardón Internacional semipesado del Consejo Mundial de Boxeo.

El desenlace resultó tal y como habían supuesto y pronosticado los entendidos, pero aun más triste de lo esperado: Un Hopkins descolorido, apagado totalmente, con los brazos aletargados y en ristre, recibió una avalancha de impactos que lo enviaron fuera del cuadrilátero. Precariamente subió de nuevo al ring, pero el árbitro Jack Reiss, piadosa y atinadamente, decretó el final a los 53 segundos del 8° round. La única vez en su extensa trayectoria en la que no escuchó el tañido final del gong, en 65 contiendas profesionales. Última campanada.