«En mi primera pelea profesional en 1980 en Culiacán, Sinaloa sinceramente no me sentía bien arriba del ring, sentía como la misma muerte, me llegué a cansar fácilmente y llegó un momento que estuve tan agotado principalmente por la presión y la experiencia y en un momento llegué a pensar «No vuelvo a pelear nunca mas y peleé durante seis rounds y afortunadamente gané la pelea en el sexto round cuando mi rival finalmente desistió y sino yo creo que ya no hubiera seguido peleando, porque tenía una gran sensación de cansancio que es difícil de describir era algo sin respuestas solo pensaba en salir con la mano en alto y no seguir nuevamente en un ring y si hubiese perdido igual no seguía y hasta el día de hoy recuerdo esa noche, a uno le dan ganas de dejarse caer, con todo respeto de hasta salir huyendo del ring. Pero creo que el destino tenía algo preparado para mi y pudimos salir adelante porque sino no hubiese podido lograr lo que conquiste y lo que sigo viviendo hasta hoy» dijo Chávez.

«Con el tiempo aprendí rápidamente que la base de todo estaba en la preparación, el correr en las mañanas un poco más, de entrenar en las tardes y buscar ser mejor. Estoy seguro que si hubiese entrado al final como en el comienzo difícilmente hubiese perdido una pelea», finalizó Chávez.